viernes, 27 de enero de 2012

Graffiti es arte urbano. Muchos lo consideran vandalismo o gamberrada, pero quien pinta no lo hace con esa intención, lo hace por dejar su huella, por expresarse, es arte. Dentro del graffiti hay varias modalidades, yo en esta entrada voy a hablar sobre los “treneros”.
Se le llama trenero al graffitero que se especializa en pintar trenes (obvio) o metros. Es la modalidad más arriesgada, ya que si te pillan, las multas son muy grandes y normalmente te caen cargos penales, con lo que por una cazada ya tienes antecedentes criminales. Pero el riesgo también forma parte de pintar los trenes. Con un graffiti en un tren tienes una pieza móvil, más gente podrá mirar tu obra. Mucha gente dice que pintar un tren es un delito que lo tenemos que pagar todos, pero realmente, los trenes y metros son propiedad privada y restaurar un tren se hace con el dinero de la empresa por lo que esta modalidad no daña el mobiliario urbano si no propiedades privadas.
Hay varias formas de “hacerse” un tren. La más segura (por decirlo de algún modo, por que segura no es ninguna) es entrar en las cocheras y pintar mientras los vagones están vacios. También se puede aprovechar un descanso de un tren en una estación terminal y pintarlo también vacío o únicamente con el conductor en cabina. Y la más arriesgada, parar el tren desde dentro con los frenos de emergencia, hacer la pieza lo más rapido posible y todo esto con el vagón lleno de pasajeros.

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